Hace poco, al salir a la luz el blog, empecé a recibir las impresiones de amigos, conocidos y compañeros de profesión, que me han dejado caer el posible potencial (mayor o menor, eso según se vea) de hacer una serie de televisión con una familia tan atípica como lo son mis vecinos... claro, podría ser. Pero estamos de acuerdo que en realidad no es nada nuevo. Nada original.
Estamos acostumbrados a ver retratadas familias, a veces disfuncionales otras no tanto, en muchas de las series que se han emitido, se emiten y se emitirán siempre. Y es que la familia es quizás (junto al amor y las relaciones), uno de los temas más recurrentes y universales en cualquier medio de expresión artístico. Y en la televisión sin duda es uno de los más prolíficos. Las claves para que sigan funcionando son: primero el poder de identificación (O de reconocimiento) del espectador con los personajes; y el segundo está en encontrar la manera de contar la historia de siempre, pero de manera diferente.
Desde el primer mes en el edificio, tuve claro que la familia del primero izquierda tenía material argumental suficiente para una serie de ficción. Aunque con el paso de los meses, empecé a pensar que solo bastaba meter un equipo de grabación en la casa, pues es verdad el manido tópico de que “la realidad supera la ficción”.
Pero como guionista, siendo la comedia donde más disfruto, no paro de imaginar situaciones en las que me gustaría ver como se desenvuelve está familia, y eso a pesar de las 22 temporadas (siempre fan) de “Los Simpsons”.
Es cierto que en un primer acercamiento está familia recuerda en cierto modo a “Aída”, pero como iréis leyendo, no lo es. Mis vecinos son “personajes” mucho más realistas, más humanos y reconocibles para todos nosotros que el cliché que a veces se muestra en nuestra televisión al retratarnos. Ojo, hablo solo de cuando hacemos comedia.
Por otro lado, sin que sea una excusa, solo información, os aseguro que casi ningún guionista de nuestro país (alguno habrá) tiene como referentes alguna de nuestras series de televisión. A la hora de plantear el desarrollo de una nueva serie, queremos hacer, (como diría Risto) “productos” que además de rentables para la cadena y atractivos para el espectador, nos gusten también a nosotros. A menos que sea un encargo, los guionistas siempre pensamos en lo que nos gustaría ver; dar con esa serie que no se ha hecho aún, pero usando para ello referentes del mercado anglosajón (principalmente). Y no solo porque nos gusten, si no porque nos sentimos capaces y preparados. Lo de estar a la altura...ya no depende de ti.
El problema es que por el camino se quedan todas esas buenas intenciones con las que nació ese proyecto. No estamos en tiempos de arriesgar. A lo que se suma que nuestros presupuestos y la mayoría de nuestro público, no está dispuesto a dar muchas oportunidades a todo aquello que se salga de lo convencional.
Muchos de los que leen esto, saben que si quieren ver algo de televisión que le emocione o le motive, debe pagar por ella o recurrir a la descarga. Hay maneras de cambiar eso, o al menos tras 10 años en la industria, tengo mis teorías para ello. Pero bueno, eso quizás en otro post.
Así que a la hora de desarrollar una comedia, mis referentes televisivos no son los que hacemos aquí. No por ahora. Y en una reflexión que yo llamo “dime que series ves, y te diré como eres”, emularé a Rob Fleming en Alta fidelidad (de apellido Gordon en la peli) y haré una lista para nombrar mis cinco series favoritas de comedia de todos los tiempos. Series ya terminadas y que están ahí para generaciones venideras:
5 – Friends
4 - Scrubs
3 - Arrested development
2 - Extras
1- The Office*
Lista Actualizable cada año y donde no entran las que por supuesto, las que no he visto ;)
Claro que me dejo muchas (Y más que me dejaré tras citar estás), pero os invitó a descubrir algunas (Si no las conocéis ya, claro) excelentes comedias aún en emisión. Series como: “Modern Family”, “Los informáticos”, “Community”, "Hope", “Bored to death”, “Big bang theory”, “Parenthood”, “Shameless”, “Como conocí a vuestra madre”, “Colgados en Philadelfia” o uno de mis últimos descubrimientos “Parks and recreation”.
Toda está divagación para hablar, como mi mente de guionista, imagina que pasaría si les propusiera a mis vecinos meter las cámaras en su casa. Pero como me ha quedado un post un poco largo, lo dejó para el siguiente.
*The Office no ha terminado, pero sin Michael Scott, nada volverá a ser lo mismo.
El vecino de arriba.
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